Puedo contar con los dedos de las manos las veces que he preparado lentejas. Lo afirmo, pocas veces. También admito que antes prefería dejarlas que tomarlas. De niña me comía las de mi madre, pero siempre que estuvieran pasadas por el chino.
Los últimos años mi opinión ha ido cambiando y las he incorporado a mi dieta en forma de ensalada y hace muy poco me he ido animando a prepararlas de manera más clásica. Eso sí, el chorizo lo dejo de lado; en su lugar, la cebolla y zanahoria.
Mi punto innovador es el toque final. Las sirvo con un trocito de queso, que se derrite con el calor del plato. A ser posible un queso de cabra o un queso azul. Yo le he dado el toque inglés y he usado stilton, el queso azul británico por excelencia.
Me encantan las lentejas. La proxima vez que las prepare lo haré a tu estilo!
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