La luz matutina en la cocina. La luz durante el desayuno.
Ultimamente me estoy obsesionando con los desayunos pero no voy a negar que siempre me han encantado. Sí, son scones, otra vez, pero integrales.
Por cierto, he vuelto a recuperar la clásica cafetera...no me acordaba...sabe a café, del de siempre.
Y la luz suave de la tarde...perfecta para una infusión de especias, una galleta de canela y a sumergirse en la lengua de Shakespeare, to be , or not to be, that is the question...
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