Una despensa aceptable y unas últimas verduras en el frigorífico han contribuido a lo que ha sido la comida de este domingo y lo que será alguna cena de la semana que comenzará.
Crema de guisantes, quiche de verduras y pollo y panecillo casero.
Los guisantes, desconocidos para mi en su vertiente crema/sopa, están fantásticos de esta manera. Un sabor suave coronado con una nuez de nata.
La quiche, salvadora de tantas verduras, en este caso, recuerda a un sabor mejicano; casi como a un relleno de una fajita. Los panecillos, vienen para quedarse.